Dulces compañías

Tras su supuesto oficio, se esconde un psicópata y resentido social que además de robarla, tortura física y psicologicamente a Nora, hasta asesinarla brutalmente.

Un año después, la historia se repite en el mismo apartamento donde Nora fue asesinada.

El común denominador de ambas víctimas es la extrema soledad que ambos padecen.

La película está basada en dos piezas del malogrado dramaturgo Óscar Liera, por lo que la acción transcurre casi por completo en un solo escenario y con apenas dos protagonistas por segmento.

Sin embargo, esto no disminuye la creciente claustrofobia del relato, lo cual concuerda con lo que se quiere narrar aunque a algunos espectadores pueda resultarles pesado.