Posteriormente, podían servir para otras composiciones, realizadas por el propio Zurbarán o por sus oficiales.
No se sabe si el presente lienzo era una obra independiente, o si formaba parte de un cuadro más grande.
Seguramente dicho plato de dulces —muy semejante al presente bodegón— había sido pintado como una primera idea de aquella composición, siendo disimulado en el magnífico lienzo final, actualmente en el Museo Norton Simon.
[4] Según William Bryan Jordan, los dulces representados son tajadas de batata confitada, una golosina muy apreciada en la España del siglo XVII.
Los objetos están fuertemente iluminados, por encima y por la izquierda, sobre un fondo muy oscuro, emergiendo con el peculiar sentido de los volúmenes propio de Zurbarán.