Las dunas están enclavadas en un entorno profundamente transformado y urbanizado, en plena Costa del Sol.
Son un reducido ejemplo de lo que una vez fue esta parte de la costa mediterránea andaluza.
La vegetación está adaptada para soportar la fuerte insolación y la escasez de agua, así como el continuo azote del viento.
Entre las especies más comunes se encuentran el barrón o el cardo marítimo, el narciso de mar y arbustos como la sabina caudada.
Además, en sus inmediaciones se encuentran el Puerto de Cabopino y la playa nudista de Cabopino.