No fue sino hasta 1917 cuando, en Estados Unidos, se pudo inventar una máquina que permitiera un rápido duplicado de llaves planas metálicas, lo que contribuyó a la proliferación de estos aparatos durante el siglo XX.
El método más común y extendido para duplicar una llave es la copia, para esto se debe seguir una serie de pasos que son los siguientes: El principio original de la máquina se ha conservado con el paso de los años, pero esto no quiere decir que no haya tenido adelantos, dentro de los más importantes encontramos la mejora de sus componentes, la creación de la máquina duplicadora de alta seguridad y la mayor precisión en los cortes.
Estas máquinas están disponibles en ferreterías y cerrajerías especializadas, aunque no siempre es posible encontrar las llaves vírgenes adecuadas.
Existen otras en las que se encuentra grabada la leyenda "no duplicar".
Para estos controles remotos de abrepuertas de garaje de código fijo, uno puede clonar fácilmente el control remoto existente utilizando un duplicador de control remoto de autoaprendizaje (copia remota) que puede hacer una copia del control remoto usando el copiado cara a cara.