Monteverdi utiliza distintos recursos musicales para describir aquellos elementos a los que hace referencia el texto.
Por ejemplo, el madrigal comienza con una línea melódica en una de las voces masculinas sobre el texto Ecco mormorar l’onde (He ahí las susurrantes olas), con una nota repetida para terminar en una pequeña ondulación justo sobre la primera sílaba de onde.
Asimismo, la palabra tremolar (que corresponde a tembloroso) está musicalizada en las cuatro voces con cuatro semicorcheas con una ligera ondulación en la línea melódica, lo que le da la imagen de temblor del texto.
Las voces femeninas entran con el verso a l’aura mattutina (junto al aura matutina), con valores rítmicos más largos y una línea ascendente, que sugiere un lento amanecer.
En la segunda estrofa, el texto E sovra i rami i vaghi augelli (Y en las ramas las lindas avecillas), está musicalizado con las voces femeninas, con un pequeño canon que sugiere el canto de los pájaros.