La economía de África se basa en el comercio, la industria y los recursos naturales.
Durante milenios, la economía de África ha sido diversa, impulsada por extensas rutas comerciales que se desarrollaron entre ciudades y reinos.
Algunas rutas comerciales eran por tierra, algunas implicaban navegar por ríos y otras se desarrollaban alrededor de ciudades portuarias.
Algunas partes de África tenían estrechas relaciones comerciales con los reinos árabes, y en la época del Imperio Otomano, los africanos ya habían comenzado a convertirse al Islam.
Este desarrollo, junto con el potencial económico para encontrar una ruta comercial hacia el Océano Índico, llevó a los portugueses al África subsahariana como una fuerza imperial.
Los intereses coloniales crearon nuevas industrias para alimentar los apetitos europeos por bienes como el aceite de palma, el caucho, el algodón, los metales preciosos, las especias, los cultivos comerciales y otros bienes, e integraron especialmente las áreas costeras con la economía atlántica.
Los bancos que participaron controlan casi el 30% de los activos del continente.
Las causas aún no están claras, pero la educación es ciertamente un factor importante.
Los precios de los productos básicos, cruciales para África, han disminuido desde su nivel máximo debido a una demanda más débil y una mayor oferta, y algunos podrían caer aún más.
A pesar de ello, el comercio entre países pertenecientes al Mercado Común de África Oriental y Meridional (COMESA), una región económica particularmente fuerte, se multiplicó por seis en la última década hasta 2012.
[16] El fracaso económico africano ha sido extensamente debatido tanto en África como en el exterior.
Algunos impedimentos barajados han sido la Corrupción en determinados países, las ayudas externas y el fracaso del socialismo africano.
>200 100–200 50–100 20–50 | 10–20 5–10 1–5 <1 |