Aún no se ha eliminado la brecha entre el mercado negro y las tasas de cambio oficiales.
El comercio restrictivo del régimen y sus políticas generalmente intervencionistas siguen teniendo efectos en su economía.
La moneda nacional (el som uzbeko) se hizo convertible en 2003 como parte del programa de estabilización diseñado por el FMI, aunque siguen existiendo algunas restricciones administrativas.
La agricultura y la industria manufacturera contribuyen igualmente en la economía, representando cada uno aproximadamente una cuarta parte del PIB.
Según la lista de 2004, Uzbekistán tenía la 66.ª industria más valiosa del mundo (US $ 11,3 mil millones).
Según estimados del FMI, el PIB en 2008 habrá casi duplicado su valor con respecto al de 1995 (en precios constantes).