El Dr. Edgar Stanley Freed, fue un ingeniero estadounidense que desarrolló su carrera profesional en torno a la búsqueda de métodos más eficientes para la extracción del salitre.
Su llegada a Chile en 1922 se situó en los tiempos de decadencia del auge salitrero, tras la creación del denominado salitre sintético.
Durante más de 28 años hasta su fallecimiento en 1950, se dedicó a encontrar un método eficiente y económico para la extracción del salitre, habiendo logrado ser parte de la creación del Sistema Guggenheim; contribuir en el descubrimiento y estudio de los subproductos del caliche, y crear el Sistema de Evaporación Solar aplicable a través de una sencilla mezcla auto sellante, conocida en su honor como “Cemento Freed”, que sin duda fue la clave para la permanencia y progreso de esta industria.
Según la revista Time, mediante el uso a gran escala del proceso del Dr. Freed, las compañías de nitratos pudieron comenzar a comercializar valiosos nuevos productos, tales como sulfato de sodio (para la fabricación de papel), sulfato de magnesio (para curtir y teñir) y bórax (para vidrio), entre otros.
[1] En 1956, Eduardo Frei Montalva dedicó unas líneas al Dr. Freed, en su libro “Pensamiento y Acción”: “Con justicia, una conocida revista técnica, refiriéndose al “cemento Freed”, decía que es “una proeza que el país no ha valorado ni agradecido suficientemente””.