[1][2] El edificio, que ocupa desde sus orígenes el Museo Nacional de Antropología, fue financiado íntegramente por su fundador, el médico y antropólogo Pedro González de Velasco, para albergar sus colecciones de anatomía y antropología.
Tras su muerte, el edificio fue adquirido por el Estado y se incluyó inicialmente como una sección del Museo de Ciencias Naturales.
Posteriormente, el arquitecto Ricardo Fernández Vallespín llevó a cabo una gran reforma en 1942 para aumentar su espacio expositivo de cara a su reapertura tras la Guerra civil.
[4] Tiene un cuerpo central principal dividido en dos salas cubiertas por bóvedas con lucernarios y dedicadas a la exposición de las colecciones del museo.
A ambos lados, sendos cuerpos laterales albergaban desde la residencia particular de la familia del doctor a su consulta, el aula donde impartía sus lecciones, la redacción de su revista, los laboratorios e incluso una pequeña clínica privada.