El Atlas de Guadalajara, dirigido por Marcelo Bielsa, fichó al central argentino en 1993.
[2] En 1996, decidió regresar a su país y fichó por River Plate, que estaba buscando defensores.
En River jugó junto a jugadores como (por mencionar a algunos) Ortega, Crespo, Salas, Francescoli, Sorín o Gallardo, bajo la dirección técnica del recién asumido Ramón Ángel Díaz, River Plate alcanzó su racha de campeonatos más memorable.
En diciembre del año 2000, Berizzo pasó a formar parte del Celta de Vigo,[5] que en ese momento estaba en Primera División, y donde vivió su nivel más alto como futbolista.
En los primeros meses como jugador celeste alcanzó la final de la Copa del Rey, que acabó perdiendo ante el Zaragoza.
Anteriormente, Berizzo había sido el héroe al anotar dos goles en la eliminatoria de semifinales ante el F. C.
[6] En el equipo gallego pasó cinco temporadas, logrando el ascenso a Primera División en 2005, tras el descenso del año anterior.
En verano de 2005, tras finalizar su contrato con el club celeste, el Cádiz CF le incorporó,[7] completando una temporada hasta su retiro en 2006.
[10] Su primer partido cuatro días después fue una victoria en casa por 2-1 sobre su antiguo club, Newell's.
Solucionados sus problemas para trabajar, el primer semestre en el club rancagüino logró terminar segundo en la fase regular del Torneo de Apertura, pasando a fase de play-offs y clasificándose a la Copa Sudamericana 2012.
Perdiendo la ida 1-0, en Rancagua O'Higgins ganó 2-1, empatando el resultado global a 2 goles, pero pasando el cuadro celeste a la final por mejor posición en la fase regular, logrando el mejor resultado del equipo en todos sus años de historia.
No se obtuvieron buenos resultados, ya que el equipo de la sexta región perdió en primera fase del torneo internacional contra Cerro Porteño por un marcador 3-7 global.
En 2013 se coronó campeón del Torneo Apertura con el conjunto rancagüino, siendo este el primer campeonato del cuadro de O'Higgins, en una final extraordinaria en cancha neutral, realizada en el Estadio Nacional de Chile derrotando 1-0 a Universidad Católica.
[23] Nuevamente, uno de los mejores partidos del equipo fue ante el FC Barcelona, al que derrotó por 4 a 1 en Balaídos.
Su primer desafío sería la Copa América de Brasil de ese mismo año en la que sus dirigidos quedaron incrustados en el grupo B junto a Catar, Argentina y Colombia.