Eduardo Carretero

Hijo de empresario textil, y maestra, realizó los primeros estudios en su ciudad natal, iniciándose el arte de la escultura.

En 1949 se trasladó a Madrid, donde se relacionó con artistas como Joaquín Rubio Camín, José Vento, Antonio Rodríguez Valdivieso, Carlos Pascual de Lara, Antonio Lago, Manuel Mampaso Bueno, José Luis Fernández del Amo, José Guerrero, Manuel Rivera, Bernardo Olmedo, Jorge Oteiza, José Manuel Caballero Bonald, José Hierro y Luis Rosales, formando parte de lo que se ha venido a llamar la Generación de la Posguerra.

A mediados del siglo XX trasladó su taller y su residencia a Chinchón.

Se trata de un grupo escultórico con el título «Piedad» de notable fuerza y acusado lirismo.

Entre su amplia galería de retratos se pueden destacar los de Federico García Lorca,[5]​ Pablo Picasso, Gabriel Celaya, Rafael Alberti, Joaquín Costa, Antonio Espina, Félix Huarte, Fernández Canivell, José Manuel Caballero Bonald, José Vento, Fernández de los Ríos y Mariana Pineda, retrato que le fue encargado para la sede de las Naciones Unidas de Bruselas.

Cabeza de Santiago Ramón y Cajal, obra de Carretero en 1977. Dimensiones aproximadas: 2,40 x 2 x 3,40 metros. Se encuentra en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid ( España ).
Imagen de San Francisco Javier en la fachada de su iglesia en Pamplona
Monumento a Pablo Sarasate (1959) obra escultórica de Eduardo Carretero en el parque de la Media Luna de Pamplona , sobre un proyecto de Cándido Ayestarán (arquitecto).
Monumento a todas las víctimas de la Guerra Civil en el Cementerio de San José de Granada . Titulado «Piedad» (evocando la obra de Miguel Ángel ).