Cultivó varios deportes, destacándose en el automovilismo aficionado junto a su hermano Atilio, pero destacó su pasión y entrega por la dirigencia deportiva, a la que se dedicó durante gran parte de su vida.
[2] En 1987, tras un breve período como dirigente en la ANFP, llegó a formar parte de la cúpula de Colo-Colo, junto a Peter Dragicevic como presidente de la Inmobiliaria Estadio Colo-Colo, controladora del Estadio Monumental, que fue reinaugurado bajo su mandato en 1989.
El primer desafío fue cumplido a cabalidad, ya que los albos se titularon campeones de la Copa Libertadores de América, máximo certamen continental de clubes y a la postre primer título internacional del fútbol chileno de carácter oficial.
[3] Durante su período como presidente de Colo-Colo mantuvo gran cercanía con autoridades municipales y gubernamentales en tiempos difíciles para el fútbol chileno, pues la violencia comenzaba a ganarse un espacio en los estadios del país.
Durante su mandato, Colo-Colo logra los títulos de Primera División de Chile 1991 y 1993, Copa Chile 1994 y la singular obtención de tres títulos internacionales: Copa Libertadores 1991, Copa Interamericana 1992 y Recopa Sudamericana 1992, en un hecho inédito para clubes chilenos.