Para todos los interesados, significa preparar a individuos de una sociedad civil para que actúen como militares profesionales.
Además, los participantes pueden aprender más habilidades de supervivencia durante la educación militar, como cooperación y resiliencia, lo que ayudará a los participantes a mejorar las capacidades del personal militar en sus respectivos roles.
Este requisito puede ser la característica definitoria del adiestramiento militar.
Por estas razones, los mandos militares suelen consideran el adiestramiento como disciplina.
Cada hoplita debía aprender a realizar maniobras precisas de falange.
Mantener un frente controlado mientras se avanzaba por terreno accidentado era fundamental en las rocosas colinas de Grecia.
Sin embargo, las organizaciones militares son las únicas que hacen hincapié en la formación colectiva.
Es difícil pensar en cualquier operación militar que no implique la actuación de una tripulación, grupo, equipo o unidad.
Desde este punto de vista, el "adiestramiento" es lo que hacen los mandos militares para preparar a las unidades bajo su mando (las unidades cuyo rendimiento es su principal responsabilidad) para llevar a cabo las misiones que se les asignen.
[3][4][5][6][7] La resocialización como concepto sociológico implica el proceso de reentrenar mental y emocionalmente a las personas para que puedan operar en un nuevo entorno, promueve cambios en las actitudes y comportamientos de un individuo.
El instructor tiene la tarea de hacer que los miembros del equipo sean aptos para el servicio militar.
La formación basada en la simulación no es un reflejo degradado de los entornos más realistas que preferiríamos utilizar.
Una práctica especialmente interesante que ha surgido del uso de los EAT (Evaluación de Acción Táctica) en el adiestramiento militar es el proceso AAR (por su denominación en inglés "After Action Review", en español: "Revisión tras la Acción").
Además, el líder de la discusión y los participantes trabajan juntos para asegurar que su AAR se desarrolle en una atmósfera objetiva y no punitiva de cooperación destinada a mejorar el rendimiento futuro.
Las culturas que pueden superar estas dificultades obtienen beneficios sustanciales de este proceso.