A Oxford le siguieron tres años en la Academia Calvino de Ginebra.
Fue uno de los primeros comandantes en abandonar al rey en 1688, llevando consigo a tantas tropas como pudo.
Los primeros relatos afirman que aceptó sobornos y saqueó el tesoro público.
También hay algunos documentos antiguos que podrían ser citados para sostener la acusación de haber aceptado sobornos o apropiación indebida de fondos del gobierno, pero ahí termina toda evidencia contemporánea.
Casi nada se conoce sobre los verdaderos orígenes o el tema de la pintura.