Edwina Booth

Es conocida por la película de 1931 Trader Horn, durante la filmación contrajo una enfermedad que puso fin a su carrera cinematográfica.

[2]​ Sufría hipoglucemia, lo que la dejaba con poca energía y le impedía completar ningún curso escolar.

[2]​ En 1928, Booth formó parte del reparto de Manhattan Cocktail, dirigida por Dorothy Arzner.

Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) quedó impresionada con ella y contrató a Booth para papeles secundarios.

Su oportunidad de alcanzar el estrellato llegó cuando el estudio la eligió para su nueva epopeya selvática Trader Horn, junto con Harry Carey.

)[5]​ Su papel en la película, "The White Goddess", requería poca ropa, lo que probablemente aumentó su susceptibilidad.

El caso recibió mucha atención en la prensa sensacionalista y finalmente se llegó a un acuerdo extrajudicial.

[cita requerida] En 1935, Booth y su padre viajaron a Europa en busca de tratamiento médico.

[7]​ Declaró que dedicaría todo su ocio futuro y gran parte de sus ganancias a aliviar el sufrimiento humano.

"Mis años de enfermedad no han sido en vano", informó a la prensa local.