[1][2] Este efecto permite a la mayoría de las personas "sintonizar" una sola voz y "desconectar" el resto.
También puede describir otro fenómeno similar que ocurre cuando uno detecta inmediatamente las palabras relevantes provenientes de un estímulo al que no se le presta atención, por ejemplo cuando uno escucha su nombre en otra conversación.
En el test del ensombrecimiento los participantes usan unos audífonos especiales que reproducen un mensaje distinto para cada oreja.
[10] En 1959, Neville Moray realizó investigaciones posteriores con el test del ensombrecimiento de Cherry.
Además, los estudios de atención selectiva indican que los infantes dan preferencia al habla infantil por encima del discurso en un tono adulto.
[9][11] Esta preferencia indica que los niños pueden reconocer cambios físicos en el tono del habla.
[12] Junto con múltiples expertos en el campo, Anne Treisman sostiene que las personas están permanentemente listas para palabras significativas, como nombres, y teoriza que requieren menos información perceptual para ser identificadas.
[13] Otro estímulo que logra algún nivel de procesamiento semántico en el canal ignorado son las palabras tabú.
Algunos ejemplos notables de investigadores en esta área incluyen a Edward Chang, Nima Mesgarani, y Charles Schroeder usando electrocorticografía; Jonathan Simon, Mounya Elhilali, Adrian KC Lee, Shihab Shamma, Barbara Shinn-Cunningham y Jyrki Ahveninen en el uso de magnetoencefalografía; Jyrki Ahveninen, Edward Lalor, and Barbara Shinn-Cunningham en el uso de la electroencefalografía y Jyrki Ahveninen y Lee M. Miller en el uso de imagen por resonancia magnética funcional No toda la información que se nos presenta puede ser procesada.
En teoría, la selección de aquello a lo que se le presta atención puede ser o no aleatoria.
[16] Por ejemplo, al conducir, los conductores pueden enfocarse en las luces de tránsito más que en otros estímulos presentes en la escena.
En tales casos es obligatorio seleccionar qué porción de los estímulos presentados es importante.
Esto alzó la interrogante sobre si el significado, la semántica del mensaje es procesado antes de la selección.
[9] En este modelo, la información auditiva puede ser atendida selectivamente de acuerdo a sus características físicas, tales como localización y volumen.
[17][18][19] Otros sugieren que la información puede ser atendida de acuerdo a características Gestalt, incluyendo la continuidad y el cierre.
La única forma en que esto puede ocurrir, según Treisman, es si la información está siendo procesada continuamente en el torrente no atendido.
Diana Deutsch, conocida por su trabajo en percepción musical e ilusiones auditivas, también ha hecho contribuciones importantes a los modelos de atención.
Para explicar con mayor detalle cómo las palabras pueden ser atendidas basándose en su importancia semántica, Deutsch y Deutsch[23] y Norman[24] propusieron un modelo de atención que incluye un segundo mecanismo de selección basado en el significado.
De esta forma, solo la información inmediatamente importante del canal no atendido puede pasar a la conciencia.
La perceacción auditivofonadora o autoconciencia auditiva es el mecanismo que se desarrolla desde niños y nos permite hablar, convirtiendo cualquier estímulo verbal en esquemas fonético motores.
Así como podemos escuchar un solo discurso a la vez, aislado entre tantos (perceacción auditivofonadora) como pasa en el fenómeno del cocktail party acústico, de la misma manera podemos leer una sola palabra a la vez aislándola entre tantas (perceacción visuofonadora) una especie de cóctel party visual.
Algunas investigaciones han demostrado que el efecto de fiesta de cóctel puede no ser simplemente un fenómeno auditivo, y que efectos relevantes también pueden ser obtenidos al probar información visual.