Es un proceso reversible que puede estar desencadenado por numerosas causas, entre ellas el estrés psicológico, parto, determinados fármacos, dietas hipocalóricas, intervenciones quirúrgicas, hipertiroidismo e hipotiroidismo.
En muchas ocasiones no existe una causa clara, en este caso el cuadro recibe el nombre de efluvio telógeno idiopático.
[1][2] Pueden distinguirse dos tipos: El pelo humano presenta tres etapas en su desarrollo normal.
La primera y más larga es la fase anágena o de crecimiento, que dura entre 2 y 6 años, durante la cual el pelo crece un centímetro al mes por término medio; le sigue la fase catágena o de reposo, que dura unos 20 días; y, por último, la fase telógena o de caída, período que dura alrededor de 3 meses.
Cada cabello crece de un folículo piloso, y cada folículo piloso sigue su propio ciclo, que es independiente de los que están a su alrededor.