Eiichi Fukui

El equipo editorial le confió la publicación de Batto-kun, una serie sobre béisbol que había sido creada por un autor anterior.

[3]​[4]​ Con el paso del tiempo amplió su volumen de trabajo con nuevas colecciones, akabon e historias autoconclusivas.

La más importante de todas ellas fue Akado Suzunosuke (1954), basada en un espadachín del período Edo, que posteriormente le fue confiada a Tsunayoshi Takeuchi.

En aquella época era común que los dibujantes trabajaran para distintas editoriales y asumieran un elevado volumen de encargos,[5]​ por lo que solían encerrarse a petición de los editores para terminarlos en largos turnos sin descanso, una práctica conocida como kanzume (lit: «enlatado»).

[6]​ Ese día Fukui había encadenado varias jornadas sin dormir y sufría fuertes dolores de cabeza.