Al llegar a este país hizo un bastón -conocido como keisaku- donde escribió: "Aprende por ti mismo, yo nada puedo enseñarte".
Desde muy pequeño conoce el templo Shōryu-ji, al que su abuela lo llevaba cuando acudía a tomar té con los monjes zen.
Durante esta etapa obtuvo el doctorado en filosofía zen por la Universidad de Hanazono.
Fue de las pocas personas que combinaron la educación académica en una universidad con la preparación tradicional como monje en un monasterio.
En 1969 se propuso realizar un intercambio cultural entre México y Japón, teniendo como base la práctica del zen.
Sus objetivos eran la investigación, la difusión de la acupuntura y su práctica en las regiones marginadas del país.