Detrás, una ventana abierta deja entrever formas geométricas blancas sobre fondo azul, que el espectador puede, ayudado por la leyenda «LE CANIGOU» escrita arriba del cuadro, interpretar como las montañas del macizo del Canigó, un macizo montañoso visible desde Céret, ciudad del sur de Francia en la cual Juan Gris tenía la costumbre de permanecer durante el invierno.
Siguiendo la tradición cubista, el cuadro mezcla diversas perspectivas.
Juan Gris, pintor español nacido en 1887 en Madrid, llega por primera vez a Céret con Picasso y Braque.
Gris pinta varias telas de pequeño formato que no lo entusiasman mucho y se aburre en esta pequeña ciudad, pero, en el mes de diciembre, se apasiona por un nuevo proyecto: El Canigó.
El cuadro es adquirido en 1925 en la galería Simon por Gottlieb Friedrich Reber.