El cerro El Centinela, a 5 km de la ciudad de Tandil, provincia de Buenos Aires, Argentina; se eleva 298 m s. n. m., y lleva ese nombre por la silueta rocosa que lo corona.
Tiene facetas planas y redondeadas como ejemplo de dos desarrollos de erosión geológica: Cuando estas áreas eran aún de las naciones originarias, pero ya hacía más de una centuria que estaban los conquistadores; la hija del cacique de la nación que se albergaba en las sierras de Tandil, de nombre Amaike (del mapuche agua clara o tranquila), aventajaba a sus pares por su excelencia como jineta, su noctuidad y una extraordinaria habilidad para moverse en el paisaje.
Cuando el occidental comienza a apropiarse de su terruño, a través de la Campaña del Desierto, el ejército argentino ya había aniquilado otras tribus.Pero se habían escapado algunos originarios, y uno era Yanquetruz, de los bajos del Salado bonaerense.
Y la ve a Amaike, sigilosa espiando a los blancos, y se enamora de ella.
La llevan al Fortín, pero logra escapar de noche, aunque con sus manos férreamente atadas.