Se cree que el Cabezo de la Cruz puede albergar un asentamiento perteneciente a la cultura del Argar.
En la actualidad, la agricultura de regadío orientada a la exportación, ha dado riqueza en la zona y ha procurado un cierto crecimiento demográfico.
La población del estrecho no posee importantes monumentos de valor artístico o histórico.
Se trata de un pequeño cabezo situado en los aledaños del pueblo, en cuya subida, alumbrado en la noche por pequeños farolillos de luz, se encuentran representadas las estaciones del Via Crucis, culminando en una cruz igualmente iluminada que corona el cabezo.
Además, el pueblo posee algunas infraestructuras antiguas para recoger y transportar agua, características de la zona, como aljibes.