En Cuyo (oeste de Argentina) y en Chile se llama futre a aquella persona que viste elegantemente,[1] y en la geografía cordillerana mendocina, esta palabra da nombre a la popular leyenda de “El Futre”.
Los malhechores lo mataron y robaron después el dinero de los pagos.
Cuenta la leyenda que desde aquel entonces, por las noches, este personaje se aparece a quienes recorren las montañas mendocinas, se acerca, y les pregunta por su dinero robado para desaparecer luego misteriosamente en la oscura noche.
Otra versión, más conocida en el ambiente popular, habla de un trabajador ferroviario chileno, contratado con otros para construir el trazado del Ferrocarril Trasandino, que luego de cobrar su salario semanal concurrió como se acostumbraba a un bar (boliche) de la zona para beber unos tragos.
Al salir, totalmente alcoholizado, e incapaz de llegar a los dormitorios del obrador, se tumbó a dormir al descampado, dejando el cuello sobre uno de los rieles que se estaban tendiendo.