La obra muestra un icue, como se llamaba popularmente a los niños que deambulaban por el puerto, sujetando un boquerón ('aladroque' en la jerga local) del que brota un chorro de agua.
[1] El monumento, enclavado en el casco antiguo y que ha llegado a ser considerado un símbolo de la ciudad, se sitúa sobre unos bloques que simulan los rompeolas del puerto.
La figura, inspirada en un chico real, aparece vestida únicamente con un calzoncillo, de la forma que disfrutaban los icues del baño en el mar.
[3] Durante la Semana Santa y con motivo de la procesión del Santo Entierro, la cofradía de los marrajos realiza desde 1971 un paso por las calles Jabonerías, Tolosa Latour y del Carmen, conocida como el "paso del Icue" por el monumento de la plaza.
Existen unos microbuses llamados Icue Bus en referencia a esta escultura, que transitan las líneas 8 y 9 correspondientes al Ensanche y Casco Antiguo respectivamente,[4] y además una marca de cerveza artesanal con el nombre de Icue.