La relación entre este yacimiento con los manantiales situados en su entorno es la causa más probable de que hubiera asentamientos romanos antaño, aunque también es posible que fuera debido a su riqueza agrícola.
En sus orígenes, el asentamiento bien pudo ser una villa dedicada más al recreo y descanso de sus propietarios que a las tareas agrícolas que habitualmente se le suponen.
Durante la ocupación árabe es muy posible que los nuevos habitantes también se asentasen en las riberas de los ríos y en las zonas donde el agua brotaba de forma natural, ya que la tierra siempre ha sido seca y árida.
El sacerdote e historiador Hervás y Buendía, del siglo XVIII, hace referencia a los Baños, detallando que existía un edificio en sustitución de otro más antiguo con aguas agrias.
A fines del siglo XIX se construye el Balneario con estilo helénico-corintio, así como las dos ventas que figuran en el entorno.
Por todo ello, podría iniciarse su declaración como espacio protegido, con la figura de Paisaje Natural.