El Picazo

63) da una curiosa etimología del nombre Picazo: “Sale de la palabra egipcio-fenicia pica, lluvia.

Sin embargo, dicha etimología es discutida al no ser probable que la primitiva población de esta región haya tenido mucha relación con egipcios ni fenicios.

Con este sentido aparecen diversos lugares a lo largo de toda la geografía española.

Sin embargo, dicha teoría se topa con la realidad de que el pueblo está situado en un valle, y no en una montaña.

Otra versión del significado del nombre "Picazo" es que derivara del uso de esta palabra para designar un corte seco hecho con un pico o herramienta similar, que deja una señal en la superficie en forma de "V", algo que puede tener cierta lógica debido a que el pueblo se encuentra metido en la tierra, en una zona erosionada por el río Júcar y arriba quedan Sisante y Rubielos Bajos, dejando a El Picazo dentro de un valle con forma de "V".

Desde los primeros documentos medievales se nombra la localidad como Picaço o el Picaço y ya, a partir del siglo XVIII, cuando se moderniza la ortografía, comienza a llamarse Picazo y el Picazo.

Por otra parte, el añadido del artículo "El" al nombre tradicional del pueblo ("Picazo") se debería a la costumbre poner artículo a los nombres de pueblos.

Así, hay pueblos de la zona que, pese a no incorporar a su nombre dicho artículo, es frecuente oírlos decir con artículo: el Campillo, la Motilla, el Quintanar y las Casas de Benítez.

Se puede considerar montañoso por su entorno, excepto en la penillanura de Sisante, situada al oeste del término municipal.

La población se fue afincando por esas fechas a lo largo del camino y dando origen al actual pueblo.

Desde los primeros documentos que aparecen, se describen diversas casas de campo habitadas entre Santa Quiteria y el emplazamiento del pueblo actual (La Veguilla, Calvillos, Casa de Cardos...).

De esta época proviene la leyenda del peñasco de la Encantada, promontorio existente al norte del término municipal que, según dicha leyenda, está habitado por una mora encantada que cada año, el día de san Juan, baja a la orilla del río a peinar sus cabellos.

Los reyes exigían la entrega de las fortalezas, que solían ser derribadas a continuación para evitar nuevas sublevaciones.

Duró poco tiempo el acuerdo y enseguida se desató una segunda guerra.

A mediados del siglo XVI y durante todo el XVII se va trasladando a El Picazo una buena parte de los hidalgos de Alarcón, en donde construyen sus casas señoriales.

Así aparecen los Montoya, Granero, Carrillo, Alfaro, Peralta, Portillo, Villanueva, Ruiz Monsalve, Morales, Cardos, Peñaranda, Mondéjar, etc. A comienzos del siglo XVIII ya supera en población a Alarcón.

A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 1456 habitantes.

Ayuntamiento de El Picazo
Iglesia de El Picazo desde la plaza del Ayuntamiento