Sus vidas se verían unidas desde ese momento a través de la amistad, la delincuencia y el cine.
Allí probó suerte en el fútbol, realizando una prueba para el U. D. Melilla llegado a jugar en el Bar Artillero.
Este último grupo le dedicó un tema a Ángel Fernández Franco llamado «Al Torete».
[6] En sus últimos años, quiso rehacer su vida en Monteagudo (Murcia) y consiguió trabajo en una empresa como transportista.
Vida de Ángel Fernández Franco" por el músico y escritor Marco Antonio López Vilaplana que consiguió, por vez primera en cuarenta años, que hablara la familia directa y sus amigos supervivientes de correrías.