Las bebidas alcohólicas aparecen numerosas veces en la Biblia y en la literatura bíblica — desde Noé plantando un viñedo y emborrachándose en el Génesis[1] a Jesús haciendo el milagro de convertir una importante cantidad[2] de agua en vino en las bodas de Caná[3] y posteriormente incorporando el vino como parte del rito principal del Catolicismo: la Eucaristía.
Los libros deuterocanónicos, aunque no son aceptados como canónicos por todas las confesiones, han tenido una influencia significativa tanto entre los cristianos como en los judíos como[15] y nos proporcionan los puntos de vista durante la época del Segundo Templo o el periodo intertestamentario.
Dt 14:26, Jos 9:4, Jc 13:4, 1 S 1:14 1 Cr 9:29, Ne 2:1, Est 1:7, Jb 1:13 Sal 60:3, Pr 4:17, Ec 2:3, Ct 1:2 Is 5:11, Jr 13:12, Ez 27:18, Da1:5 Os 4:11, Jl 1:5, Am 2:8, Mi 2:11 Hab2:5, etc.. "vino nuevo", o "vino dulce."
Puede significar zumo en cualquier etapa del proceso de fermentación[5] puede ser alcohólico como en Os 4:11.
2 R 18:32 2 Cr 32:28, Ne 5:11, Sal 4:7 Pr 3:10, Is 24:7, Jr 31:12, Os 2:8 Jl 1:10, Mi 6:15, Ag 1:11, Zc9:17, etc.. como la sidra o la cerveza con un porcentaje de contenido alcohólico entre un 7 y un 10 por ciento en volumen.