Fue pintado en 1627-1628, encontrándose actualmente en el Rijksmuseum de Ámsterdam, Países Bajos.
Se trata de un tipo del pueblo, de mediana edad, vestido con amplio chambergo y con las mejillas ya enrojecidas por efecto del alcohol.
Hay un medallón con la efigie del príncipe Mauricio a modo de hebilla.
Está trabajado en una gama de colores claros, con la única nota oscura del sombrero, transmitiendo vitalidad y optimismo.
Los elementos del cuadro están visualmente muy próximos e inmediatos, ejemplificando la tendencia de la pintura holandesa barroca a romper el límite del cuadro hacia delante.