Los papeles principales fueron interpretados por Hildegard Knef, Ernst Wilhelm Borchert, Erna Sellmer y Arno Paulsen.
Malviven en una vivienda con las ventanas rotas, con escasas pertenencias y las carencias que impone la posguerra.
A Hans le persiguen horribles recuerdos de la guerra que contrarresta con un consumo excesivo de alcohol, y solo le queda el sarcasmo para comunicarse con sus semejantes.
Susanne también se enamora de él y espera a que Hans le abra su corazón.
Allí se entera de que Brückner, a quien daban por muerto, había sobrevivido.
Hans conduce a Brückner hasta una calle abandonada donde se propone dispararle.
En ese momento se encuentran con una madre angustiada que busca un médico para su hija enferma.
Sin embargo, en la Nochebuena de 1945 se deprime y abandona el piso.
Tras este suceso, Brückner celebró la Nochebuena con sus soldados libre de toda preocupación.
Varios motivos se superponen en la escena final: civiles asesinados, Brückner en prisión, soldados y fosas comunes.
Así, se crearon escenas impresionantes que realzan el efecto y la trama de la película.