Los pitufos rápidamente van dejándose el bebé unos a otros hasta que termina con la Pitufina.
Esa noche, el llanto del bebé no deja dormir a ningún pitufo.
Al día siguiente, los pitufos preparan una fiesta en honor a la Bebé Pitufo, pero la cigüeña llega con una nota que dice que el bebé fue un "error de entrega" y debe llevárselo.
A nadie le gusta la idea, pero no tienen opción salvo devolverlo.
Después de que los pitufos le devuelven el bebé a la cigüeña, la vida en la aldea se vuelve triste; hasta el Pitufo Bromista y el pitufo que recibe su típico regalo explosivo tratan de reír pero terminan llorando.