El buque negro

Valdelomar ya tenía escrito el cuento durante su estancia en Italia (1913-14), tal como se desprende de la información consignada en la correspondencia que sostuvo entonces con su madre, la Sra.

En una de las cartas que envía a su madre, donde le informaba la inminente publicación de su primer libro, dice textualmente lo siguiente: En una carta que dirigió a su amigo, el poeta Enrique Bustamante y Ballivián, le dijo lo siguiente:

La comida, el rezo y los relatos de la faena diaria que contaba su padre unían a la familia.

Pero dicha felicidad se enturbió por la vida triste que llevaba Isabel,amiga y vecina de Abraham, la cual había sido abandonada hacía tiempo por su esposo, de nombre Chale, un hombre que hasta entonces había sido muy bueno y cariñoso.

Unos testigos dijeron que vieron a Chale ir apresuradamente al muelle junto con dos hombres desconocidos y desde esa ocasión no se supo más de él.

Todo el grupo familiar, incluidos los criados, partieron a hacer la excursión.

Al cruzar la Plaza de armas, Abraham notó que todos estaban tristes.

Efectivamente, un buque negro de tres palos veíase en las proximidades del puerto.

Isabel bajó muy alterada, pero los padres de Abraham la cogieron y casi la cargaron en brazos.

Como se asomaba una paraca (viento fuerte), decidieron regresar todos al puerto por el camino de la playa.

El cuento está dividido en cuatro secciones o capítulos cortos, numerados con dígitos romanos.

Abraham Valdelomar en Roma, 1914.
Pisco Playa, uno de los escenarios de los cuentos criollos de Valdelomar.