Este pabellón estaba reservado en exclusiva para la Corte, nadie más tenía acceso.
Velázquez pintó para este lugar otros dos cuadros con el tema de la caza: Felipe IV cazador y El príncipe Baltasar Carlos cazador.
El cardenal infante emprendió viaje a Amberes (vía Génova) en 1633, para suceder a su tía Isabel Clara Eugenia en el gobierno de los Países Bajos, lo cual marca una fecha tope para su retrato; si bien Velázquez pudo modificar el atuendo y el fondo de paisaje posteriormente.
El hermano del rey Felipe IV aparece mirando directamente al espectador y vestido con un traje de color negro y plata sobre el que destacan los guantes de gamuza.
Sostiene la escopeta con ambas manos y a sus pies destaca el perro, un podenco de color canela.