El coleccionista de huesos (novela)

Colfax y John Ulbrecht) que toman un taxi al salir del aeropuerto de Nueva York.

Luego de un breve viaje por la ciudad, se encuentran en un galpón abandonado.

Al remover la tierra Amelia descubre el rostro de John Ulbrecht, quien ha sido enterrado vivo.

Sin embargo, Rhyme finalmente accede a leer el expediente del caso que le presentan.

Sin embargo, y aun cuando dicho visitante era un médico que ayudaría a Rhyme a cometer eutanasia, el antiguo criminalista se ve involucrado en el caso y adopta a Amelia Sachs como sus piernas y ojos para evaluar las escenas de los sucesivos crímenes que trata la novela.