El color de los sueños

[3]​ Este disco marco distancia con sus dos primeros trabajos, resaltando madurez en las letras de los temas musicales.

Luego de estos sencillos se especuló la salida de Fey del medio artístico por lo cual los dos siguientes no tuvieron una adecuada promoción como «Él» y «No tengo novio», este último tuvo promoción nula.

Cansada de duras giras y de no tener una vida privada normal, Fey se "escapa" sin ninguna declaración a los medios lo cual atinó a duras críticas hacia ella.

Críticas anteriores y el entonces reciente rumor de que Fey ocultaba su edad apuntaron a mostrar un disco donde literalmente la cantante "creciera" y deje de la lado el pop-adolescente que solía hacer.

Fey viajó a España para grabar el disco, que luego sería editado en los estudios de Francia e Italia.

La segunda parte (de la pista 8 en adelante) se hallan los típicos ritmos que hicieron conocidos a Fey como el synth pop, dance, etc.[6]​ El disco abre con «Cielo líquido», una pieza eurodance totalmente bailable que describe la admiración por los ojos azules de una persona.

La siguiente «La madrugada, tu y la radio» torna al disco en un ambiente estremecedor, de dolor.

Tanto «Vuelve» como «Él» poseen bases electrónicas mezcladas con dance y pop.

El material innovaba desde la portada, con cuatro colores marcados por la tercera dimensión, fácil de manipular por los fanes hasta encontrar la carátula preferida (aunque después se descubre que en una portada se encuentran las cuatro carátulas en una) y una caja tipo Multi-Image™, poco común hasta la fecha.

El look que la cantante presentó fue maduro a comparación de anteriores discos.

Fey aprovechó el apoyo de emisoras radiales para hacer conciertos promocionales en su país como en Miami para reforzar dicha promoción.

En la contraportada del disco - sencillo aparece una dedicatoria de Fey a su hermano menor.

La canción alcanzó éxito comercial en México, pero en Sudamérica decayó en fama y no se desenvolvió de la manera adecuada.

No tuvieron buen rendimiento en las listas de popularidad y tampoco se editaron vídeos para estos sencillos.

El público y la prensa mexicana calificó al show como el mejor de aquel año que se había montado[7]​ en dicho país ya que tanto coreografías como escenografía fueron muy bien cuidadas con diseños mágicos, juego de iluminación, pero todo acorde a la personalidad y maduración que por aquel entonces atravesaba la carrera de Fey.

Este era una luz fosforescente que llamaba de plano la total atención del público.