El hipocampo de oro es un cuento del escritor peruano Abraham Valdelomar, publicado por primera vez en 1920.
Apareció publicado por primera vez en la revista Stylo, Nº 1, en 1920, como una obra póstuma del escritor, fallecido el año anterior.
[1] Está ambientado en una aldea de pescadores indígenas, la playa adyacente y un bosque lejano.
El cuento está dividido en seis bloques o capítulos cortos, numerados con dígitos romanos.
IV.- Tiempo después de su encuentro amoroso, Glicina se encamina por la orilla, hacia el sur.
Glicina espera la llegada del Hipocampo y producido el encuentro se entabla un diálogo.
La historia sucede en una aldea de pescadores, donde vivía la señora Glicina, la única mujer blanca entre pobladores indígenas.
Le contó entonces al Hipocampo su historia, cómo en una sola noche amó a un caballero que parecía un príncipe rutilante, quien al despedirse le dijo que en el plazo de tres años, tres meses y tres días fuera hacia el sur, por la orilla del mar y nacería entonces el fruto del amor de ambos.
Glicina partió de inmediato y tras cruzar el río se sentó bajo un árbol, muy cansada.
Ella le agradeció de todos modos, pues valía la pena morir por lo que siempre había deseado: un hijo.
Se nota un contraste entre los personajes principales: el Hipocampo de Oro, soberano de las profundidades marinas, masculino, longevo, que posee sabiduría y belleza física, pero necesita renovar elementos vitales para mantener estas cualidades, elementos que debe necesariamente arrebatar a otros seres.
Glicina tendrá su hijo añorado, mientras que el Hipocampo retorna física y mentalmente renovado a su reino.
Ambos harán posible un renacimiento de la vida: el Hipocampo logra su supervivencia, aunque temporal, pues cada cierto tiempo deberá buscar nuevamente sus elementos vitales, mientras que Glicina, si bien morirá luego del alumbramiento, logra su perpetuación con un descendiente, que será un príncipe.