Rápidamente, el personaje narrador (presente en aquella escena) comienza con la recapitulación de los hechos pasados, y expone los hechos ocurridos entre Fettes y Macfarlane.
La historia, desde este punto en adelante, repasa a Fettes desde sus estudios de medicina en Edimburgo, los giros que ocurren alrededor de Fettes y su profesión y los sucesos a los que conducen.
K, y asistido en ocasiones por Macfarlane, se introduce en el sórdido mundo del tráfico de cadáveres que eran utilizados para su estudio.
Dada la falta de ejemplares y la dificultad que suponía profanar cementerios con sus vigilantes, matarán por conseguirlos.
El cuento juega con la conciencia moral del personaje, quien, si bien no lo comprueba hasta el final, siempre sabe o presume la horrible forma en la que los terceros implicados consiguen los cuerpos.