El pergamino de la seducción

En 1509 fue declarada loca y encerrada en Tordesillas, donde permaneció hasta su muerte en 1555.

Era una mujer que se rebeló contra la represión de la época y los abusos.

[2]​ Lucía se encuentra estudiando en un internado de monjas en España y es allí donde conocerá a Manuel, un historiador, obsesionado con la reina de Castilla.

En la obra, además, se resalta el erotismo ligado a los celos enfermizos de Juana por Felipe el Hermoso.

[4]​ La reina era una persona que amaba con intensa pasión, anteponiendo sus sentimientos a los intereses de la monarquía, por ello fue fácilmente considerada loca.