[1] Como en Los leñadores, Goya obtuvo grandes problemas en su ejecución.
Aun así, los tejedores añadieron al tapiz final varios detalles que Goya no había trazado, pero aparentemente estaba de acuerdo con ellos.
[2] Un personaje fuerte y viril en primer plano custodia el tabaco, como señalará la expresión Renta Tobaco más adelante.
Este cuadro tiene profundas raíces en la literatura española del Siglo de Oro.
El mismo Goya, en sus notas a la Real Fábrica, daba cuenta de este cuadro como «cinco guardas de rentas de Tabaco dos sentados descansando y uno en pie dándoles combersazion».