Para atraparlo, Clarice deberá recurrir al asesoramiento del doctor Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), un brillante psiquiatra que es además un asesino en serie y caníbal.
También forman parte del reparto Scott Glenn, Anthony Heald, Brooke Smith y Kasi Lemmons.
Fue también considerada como «cultural, histórica o estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, y seleccionada para ser preservada en el National Film Registry en 2011.
El objetivo es obtener información sobre «Buffalo Bill», un asesino que secuestra mujeres, las mata y les arranca la piel.
Bajo la supervisión del arrogante director Frederick Chilton, Clarice se enfrenta a Lecter, quien inicialmente rechaza colaborar.
Lecter exige un quid pro quo: información sobre Buffalo Bill a cambio de revelaciones personales.
Lecter sugiere que rescatar a Catherine silenciará los «gritos de los corderos» en su mente.
Tras devolverle el expediente del caso, Lecter escapa asesinando a sus guardias, usando la piel de uno como máscara para huir en ambulancia.
Con la ayuda de su compañera Ardelia Mapp, Clarice analiza el expediente y deduce que Buffalo Bill conocía a su primera víctima, Frederika Bimmel.
La escena final lo muestra observando a Chilton, quien acaba de llegar al aeropuerto y pide protección.
[10] Jodie Foster se interesó por interpretar a Clarice Starling inmediatamente después de leer la novela.
Sin embargo, Pfeiffer lo rechazó porque no se sentía cómoda con el tema de la película.
[16] Molly Ringwald también se presentó a la prueba, pero fue rechazada al ser considerada «demasiado joven».
Después de que Connery lo rechazara, Demme ofreció el papel a Anthony Hopkins.
[19] Cuando supo que Demme había pensado en él para interpretar a Hannibal Lecter después de ver su actuación en la película El hombre elefante (1980), en la que interpretaba al doctor Frederick Treves, Hopkins le dijo: «Pero el doctor Treves era un buen hombre», a lo que Demme respondió: «Lecter también es un buen hombre, pero atrapado en una mente perturbada».
[20] Otros actores considerados para el papel fueron Al Pacino,[21] Robert De Niro,[21] Dustin Hoffman,[21] Derek Jacobi[22] y Daniel Day-Lewis.
[28][29] Según el propio Douglas, Glenn lloró al escuchar las grabaciones y cambió su opinión liberal sobre la pena de muerte.
[33] La casa se mantuvo en el mercado durante casi un año, y finalmente fue vendida por 195.000 dólares.
La banda sonora de la película fue compuesta por Howard Shore, quien volvería a colaborar con Demme en Philadelphia (1993).
[48] La semana siguiente se amplió a 281 salas y recaudó un total de 4 260 472 libras, lo que fue un récord en el país.
[50] Fue la cuarta película con mayor recaudación en Norteamérica de 1991, y la quinta en todo el mundo.
[56] Roger Ebert, del Chicago Sun-Times, mencionó específicamente las «aterradoras cualidades» de Hannibal Lecter.
[57] Más tarde, Ebert agregó la película a su libro The Great Movies, reconociéndola como una «obra maestra del terror» junto con clásicos como Nosferatu (1922), Psicosis (1960) y Halloween (1978).
[62][63] Otros premios incluyeron el de mejor película otorgado por la National Board of Review.
El guionista Ted Tally ganó también un premio Edgar al mejor guion cinematográfico.
[67] En 2011, la cadena ABC emitió un programa especial titulado Best in Film: The Greatest Movies of Our Time, que clasificaba las mejores películas elegidas por el público según los resultados de una encuesta realizada por la propia ABC y la revista People.
[70][71] La película fue dirigida por Ridley Scott y el personaje de Clarice Starling fue interpretado por Julianne Moore.
[68] Hopkins volvió a interpretar a Lecter por tercera y última vez en la precuela Red Dragon (2002), adaptación de la novela homónima, que ya había sido llevada al cine en 1986 con el título de Manhunter.
[68] En 2007 se estrenó otra precuela, Hannibal, el origen del mal, basada en la novela homónima y protagonizada por Gaspard Ulliel.
[80][81][82] En una entrevista para Playboy en 1992, la feminista y activista de los derechos de la mujer Betty Friedan afirmó: «Me pareció absolutamente escandaloso que The Silence of the Lambs ganara cuatro [sic] Óscar [...] No estoy diciendo que la película no debería haberse exhibido.