Hasta 2014, había competido para Venezuela, teniendo a su padre como entrenador.
Pronto después de recibir asilo, su familia se unió a él.
[3] Para viajar a los Juegos Olímpicos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) logró tramitarle una visa que le permitiera transitar por Estados Unidos hacia Japón, a pesar de tener el pasaporte vencido.
Después de participar en los Juegos Olímpicos como parte del Equipo de Refugiados, Trinidad y Tobago le negó la posibilidad de regresar al país, alegando que no tenía un "documento válido para otorgarle la visa".
El canciller de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, negó que Sella fuera refugiado.