[1] Tras estas elecciones marcadas por una dura derrota de la mayoría presidencial y un claro avance de la derecha, el presidente Emmanuel Macron decidió disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones.
[6] Los dos años posteriores a la reelección de Macron se desarrollaron en un contexto social tenso, en particular tras la reforma de las pensiones que aumentó la edad legal de jubilación de 62 a 64 años, lo que dio lugar a un movimiento social contra la reforma de las pensiones a gran escala.
[7][8] La votación a finales de 2023 sobre una ley de inmigración, calificada por Agrupación Nacional como una “victoria ideológica”, provocó tensiones en el campo presidencial.
[9] Económicamente, Francia se enfrenta a un déficit presupuestario superior al esperado por el gobierno.
[10] La coalición oficialista se enfrentó también a la ausencia de una figura importante que encabezara la lista prevista para las elecciones europeas, ya que la mayoría de los miembros del gobierno, como Bruno Le Maire, se negaron a hacerlo.