La Coalición obtuvo una mayoría con 77 escaños, los laboristas terminaron con 68, mientras que los seis escaños restantes fueron ganados por los Verdes Australianos, la Alianza del Centro el Partido Australiano de Katter y tres independientes.
El resultado causó polémica, ya que las encuestas habían colocado a la Coalición constantemente detrás durante casi tres años del Partido Laborista.
Fue la primera vez desde 2001 que un gobierno federal en Australia ganó un tercer mandato consecutivo en el cargo.
El voto es obligatorio, por convención del sistema Westminster, pero sujeto a las limitaciones constitucionales.
La decisión sobre el tipo de elección y su fecha es del Primer Ministro, que asesora al Gobernador General para establecer el proceso en marcha disolviendo ambas cámaras y la emisión de órdenes judiciales para la elección.