Elecciones generales de España de febrero de 1836

Sin embargo, el presidente intentó limar asperezas con los progresistas llamando al Ministerio de Hacienda a Juan Álvarez Mendizábal.

Ello conllevó una radicalización en las posturas liberales, sobre todo con medidas desamortizadoras contra la Iglesia.

Con ello pretendía aliviar la deuda del Estado y poder acceder al crédito internacional para financiar la guerra contra el carlismo.

Además, las disputas en torno a la reforma política aumentaron y con ocasión de la discusión sobre la reforma electoral y otras derrotas parlamentarias del Gobierno debido a la mayoría moderada, se planteó una cuestión de confianza.

Finalmente, la Reina con el Consejo de Ministros decidieron disolver las cámaras y convocar elecciones.

Antiguo convento del Espíritu Santo, cuya iglesia se empleó como salón de sesiones del Estamento de Procuradores del Estatuto Real (vista del año 1843).