Human Rights Watch acusó a varios destacados políticos keniatas, entre ellos el presidente Daniel Arap Moi y el vicepresidente George Saitoti, de incitar y coordinar la violencia preelectoral.
[1] Con todo, fueron las primeras elecciones donde la Presidencia de la República se eligió directamente.
[2][3] Tras las elecciones, el presidente reelecto Daniel Arap Moi designó a otros 12 miembros que completaron la mayoría absoluta de su gobierno.
[4] A mediados de 1993, Kenneth Matiba presentó una petición judicial contra los resultados electorales, alegando que las elecciones eran fraudulentas por haberse llevado a cabo en un clima de violencia.
Sin embargo, el hecho de no haber firmado personalmente la petición dio lugar a que la petición fuera anulada por el juez Riaga Omolo.