Las elecciones estuvieron macadas por el ascenso al poder de Anastasio Somoza Debayle.
Fernando Agüero Rocha encabezó la lista presidencial del Partido Conservador Tradicional (PCT) y fue el único candidato de la coalición Unión Nacional Opositora (UNO).
Los conservadores (entonces en el apogeo de su apoyo popular) y sus aliados socialcristianos y liberales independientes movilizaron una oposición popular generalizada a la primera candidatura presidencial del jefe de la Guardia Nacional Anastasio Somoza Debayle.
[1] Por su parte, el Partido Conservador (PC) nominó su propio candidato, Alejandro Abaunza Marenco, luego de no lograr un acuerdo para unir fuerzas con la UNO.
A partir de ese momento, Somoza se hizo cargo personalmente de todo, excluyó a los principales grupos de poder dentro del Partido Liberal Nacionalista e inició un declive gradual en los esfuerzos electorales que finalmente perdieron toda pretensión de ser democráticos a nivel interno.