En 1984, Jorge Batlle Ibáñez, líder histórico del Batllismo-Lista 15, había declinado su postulación presidencial, a favor del entonces ascendiente Julio María Sanguinetti, quien resultó elegido presidente en las elecciones nacionales de noviembre de ese año.
Con lo cual, los principales operadores políticos del Batllismo acordaron que debía haber un único candidato batllista.
Sanguinetti manifiesta su preferencia por el vicepresidente, Enrique Tarigo, a quien consideraba capaz de continuar su propio programa; y esto fue duramente resistido por Jorge Batlle, quien sintió que le habían "arrancado un brazo sin anestesia".
[3] Muy negativo fue el ambiente resultante en el seno del Batllismo, pues el voto popular había dado vuelta muchas relaciones internas de poder.
Una parte del sanguinettismo no aceptó esta solución, y se proclamó la candidatura presidencial de Hugo Fernández Faingold, quien apenas cosechó 15.000 votos.