Al tener la Argentina un sistema escalonado para elegir a sus diputados, después de estos comicios el país contó por primera vez con un legislativo completamente electo mediante elecciones limpias.
El Partido Socialista nuevamente derrotó a la UCR en la Ciudad de Buenos Aires, sin embargo, y por un margen más amplio que en 1912.
En ese momento existían trece provincias, lo que junto a la Capital Federal daba un total de catorce distritos electorales.
El sistema electoral empleado era el de mayoría y minoría o lista incompleta, bajo el cual los dos partidos más votados obtenían toda la representación.
También el sistema adoptó el Panachage el cual dio a los electores la posibilidad de tachar o adicionar candidatos en las listas.
[4] En algunas provincias, con tan solo dos diputados de representación, el escrutinio era en la práctica mayoritario, con las dos bancas correspondiendo al partido más votado.