Este sistema fue creado buscando que fuese improbable que cualquier partido obtuviera la mayoría absoluta en el nuevo parlamento, y por lo tanto los nuevos gobiernos deberían formarse en minoría o en coalición de varias fuerzas políticas.
El laborismo escocés formó un gobierno de coalición con los Liberal-Demócratas, que ganaron 17 escaños.
Durante la campaña electoral, el Partido Nacional Escocés (SNP) tuvo un buen posicionamiento entre el electorado, consiguiendo hasta un 40% de aceptación, sin embargo, en las votaciones no se mostró lo ocurrido en los sondeos y los nacionalistas se quedaron por debajo de las estimaciones.
Por otro lado, dos partidos minoritarios, el Verde y el Socialista Escocés consiguieron un representante cada uno.
Se eligió además a un diputado independiente, Dennis Canavan, quien ganó el distrito electoral de Falkirk Oeste.