[1] Sin embargo, las protestas continuaron, exigiendo la renuncia del gobierno y elecciones inmediatas.
[4] Jóhanna Sigurðardóttir, que como primera ministra en el cargo había anunciado fuertes reformas financieras y el inicio de negociaciones con la Unión Europea para adoptar el Euro en unos cuatro años,[5] decidió presentarse a la reelección.
El Partido de la Independencia, que había gobernado el país hasta 2009 y que se encontraba en la oposición, presentó como candidato a Bjarni Benediktsson, hijo de Bjarni Benediktsson, antiguo primer ministro del país.
Todas las formaciones políticas que obtuvieron representación mejoraron sus resultados respecto a las elecciones de 2007, a excepción del Partido de la Independencia, que obtuvo 9 escaños menos.
[6] La Alianza Socialdemócrata y el Movimiento de Izquierda-Verde gobernarán en coalición.